sábado, 4 de abril de 2015

BIOGRAFÍA



Niñez

El maestro Rodolfo Emilio Morales Sáenz nació un lunes 28 de febrero de 1949, en el barrio El Molino de Cartago.
Su padre, José Domingo Morales Morales, nació en el año 1900 y falleció el 04 de abril del año 1966. De nacionalidad salvadoreña, emigró a Costa Rica al tener dieciocho años de edad, en el año 1918. Siendo muy joven trabajó enseñando a hacer manualidades con mimbre en un reformatorio administrado por monjitas (actualmente la cárcel de mujeres El Buen Pastor).

Respecto a lo anterior, su hermana Teresa Sáenz Sáenz comenta:

“Mi papá nació en el año 1900 y tenía dieciocho años cuando llegó aquí. Él trabajaba como mimbrista y muy joven llegó a dar clases en lo que es ahora El Buen Pastor, que antes era un reformatorio para niñas rebeldes.”

Entrevista, señora Teresa Sáenz Sáenz
17 de mayo, 2014.
 
En el año 1937, don José Domingo trabajó en el Liceo de Costa Rica como profesor de artes industriales y posteriormente, en el año 1946 en la escuela de Enseñanza Especial de Guadalupe. En ambas instituciones enseñaba a trabajar con mimbre.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio relata:

“Mi tata enseñaba a hacer muebles de mimbre. Él trabajaba en el Liceo de Costa Rica como maestro de artes industriales dando clases de mimbre. También trabajaba en la escuela de enseñanza especial de Guadalupe, enseñaba a los cieguitos y a otro tipo de discapacitados a trabajar el mimbre”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
30 de setiembre, 2013

Su madre era doña Rufina Sáenz Sáenz, quien nació el 27 de abril de 1911 y falleció el 27 de mayo de 1996. En su infancia, doña Rufina tuvo que pasar por diferentes momentos amargos antes de llegar al hospicio de huérfanos donde fue criada por monjitas.
 
Con gran pesar la hermana de Rodolfo Emilio narra:

“¡Pobrecita mi mamá!, ni siquiera sabía dónde había nacido. Ella solo recordaba que venían varios en una lancha muy enfermos de malaria, que llegaron al hospital de Puntarenas y que todos se murieron y solo ella quedó viva, hasta la mamá se murió. A mi mamá la recogi  una tal “madrina” que lo que hizo fue sacarla de la escuela, ponerla a cuidar chiquitos y a hacer oficio, ¡fue un maltrato terrible para mi mamá! Después la madrina la regaló al jefe político de Puntarenas, que se llamaba Juan Dengo, porque él se la había pedido. La esposa de Juan Dengo nunca quiso a mi mamá porque pensaba que era hija de él, la traía de “tropez n”. Ese señor, se trajo a mi mamá a San José y al poco tiempo después murió. Cuando esto pasó, fue cuando a mamá la metieron en el hospicio de huérfanos.”

Entrevista, señora Teresa Sáenz Sáenz
17 de mayo, 2014

En aquellos tiempos, alrededor de los años treinta, el hospicio de huérfanos donde se encontraba interna doña Rufina era administrado por monjas, quienes eran muy groseras con las niñas y las sometían a diferentes tipos de castigo físicos. Cuando alguna niña mostraba comportamientos que para las monjas eran incontrolables, las enviaban a un reformatorio también administrado por monjas, el que hoy en día es la cárcel de mujeres El Buen Pastor.

Debido a un mal comportamiento, en el año 1929 la señora Rufina fue remitida al reformatorio, donde conoció a don José Domingo Morales y se mantuvieron juntos hasta la muerte.

Al respecto don Rodolfo cuenta:

“Mi mamá fue criada en un convento de monjas, porque era huerfanita. Ahí los trataban muy mal, las monjas eran muy conchas y le daban “sopa de muñeca” a los “carajillos””

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
04 de abril, 2014.

Entre risas doña Teresa Sáenz expresa:

“A mi mamá la metieron al Buen Pastor que antes era un reformatorio, la metieron las monjas de castigo porque era muy malcriada y rebelde. Cuando papá llegó a dar clases al reformatorio conoció a mi mamá y se la robó.”

Entrevista, señora Teresa Sáenz Sáenz
17 de mayo, 2014

Rodolfo Emilio Morales tiene siete hermanos, de los cuales cuatro son hombres y tres son mujeres.
 
Al respecto Rodolfo Emilio cuenta:

“Mi mamá tuvo cuatro hombres y tres mujeres en total. Los hombres son Alexis, Miguel, Alberto y yo, las mujeres son Aura Nibia, Teresa y Yadira. Teníamos un hermano, que ya murió, se llamaba Toñito. Él era medio hermano, solo por parte de papá.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
30 de setiembre, 2013

La frase “Hijo de tigre sale pintado”, hace alusión a la situación vivida por Rodolfo Emilio Morales, quien asegura que él heredó de sus padres los talentos que tiene. Su padre se dedicaba a la cestería, dibujaba los diseños que sus clientes querían y los elaboraba. Por su parte, su madre disfrutaba mucho cantando las canciones de la iglesia católica, al respecto Rodolfo Emilio cuenta: 

“Yo saqué el asunto del dibujo por parte de mi “tata”, dibujo, escultura, caricatura y diseño. Por parte de mi mamá saqué la otra rama de las artes que es la música. Viene de parte de ella, porque cantaba muy bonito.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
30 de setiembre, 2013

Durante su infancia no sufrió carencias económicas. El salario de su padre era suficiente para solventar las necesidades básicas. Además comenta que su mamá se preocupaba mucho por la presentación personal de él y sus hermanos.

Al respecto don Rodolfo Morales cuenta:

“Mi tata estaba de profesor y ganaba bien, yo era el único que tenía bola en la ciudadela Murillo en Cartago. Mi mamá era muy chiva con aquello del uniforme, nos mandaba bien prendiditos a la escuela. Había medios en ese momento.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
04 de abril, 2014

La infancia fue una época muy bonita para Rodolfo Emilio, principalmente cuando vivía en Cartago, a lo largo de la década de los cincuenta. Gozaba de tener muchos amigos y aún recuerda a sus primeros amigos de infancia:
 
Con mucha emoción Rodolfo Emilio comenta: 

“Me crié allá en Cartago y lo que más recuerdo era que cuando mi papá trabajaba en la escuela de enseñanza especial de Guadalupe, llegaban los cieguitos a tocar a mi casa. ¿Sabes quién llegaba a oír música y a hacer ruidillos? Roberto Quesada “Martina”, éramos amigos de ahí del barrio y ahí conocí a Gerardo Ramírez el de Los Hicsos y el hermano de él que se llama Víctor
Ramírez.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
30 de setiembre, 2013

Actualmente, aunque han transcurrido varios años, la mayoría de sus amigos aún lo recuerdan como un niño muy simpático y amigable. Recuerdan también esos momentos vividos en aquel barrio de la ciudadela Murillo en Cartago, donde compartieron una infancia de muchos juegos y aventuras.
 
Al respecto narra el señor Gerardo Ramírez Calvo:

“Yo lo conocí desde muy chiquillo, era un buen muchacho, muy buena gente y amistoso, tuvimos muy buena amistad desde niños. Jugamos al futbol y disfrutamos mucho de los típicos juegos de niños, de las épocas cuando no había televisión, jueguillos de vaqueros, todo lo que son juegos de niños, que no se han vuelto a ver ahora. Jugamos con sus hermanos, fuimos grandes amigos, jugó también Roberto Quesada “Martina” y con mi hermano Víctor Ramírez.”
 
Entrevista, señor Gerardo Ramírez Calvo
16 de mayo, 2014

Una de las cosas que más le gustaba de niño era el fútbol. Sus amigos lo buscaban todos los días para ir a jugar, ya que él era el dueño de la bola.

Con gran emoción, Rodolfo Emilio cuenta:

“En mi niñez, cuando vivía en Cartago, jugué futbol junto a mis amigos “Martina”, Gonzalo el hermano de “Martina”, los dos Ramírez que mencioné anteriormente. Yo era el dueño de la bola, los demás no tenían. Cuando llegaban a buscarme, yo le metía una patada a la bolilla y la pasaba por encima de la cerca, porque detrás estaba el potrero para jugar. En Cartago me decían “Chito”, entonces llegaban y me gritaban: ¡Chito! y yo agarraba la bolilla y ¡pum! (haciendo un movimiento con la mano para arriba)”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
04 de abril, 2014

Entre sus remembranzas, además de los juegos, no pueden faltar las travesuras y los accidentes de niño. En el año 1953 tuvo su peor accidente. 

Al respecto Rodolfo Emilio cuenta:

“Parecía un kilo de carne molida, solo tortas, me corté este dedo (señala su dedo) por andar traveseando. Vivíamos en Cartago, una señora tenía una máquina que cortaba el pasto con el que alimentaba las vacas. La máquina tenía un canalete donde se empujaba el zacate y lo cortaba en pedacitos, me puse a travesear, traté de meter un zacate y se me vino la carajada y me hace ¡pá! y me cortó aquí (señalando donde se cortó).” 

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

Aunque la infancia de Rodolfo Emilio se caracterizaba por ser muy divertida, no faltaron las enfermedades al inicio de su niñez.
 
Al respecto, su hermana, doña Teresa narra:

“Rodolfo chiquitito era asmático y esa asma le dio el día que lo bautizaron y como magia se le fue. Además de eso, él era un poquillo travieso y cuando vivíamos en Cartago se voló un dedo, lloró terriblemente, tenía como cuatro años.”

Entrevista, señora Teresa Sáenz Sáenz
17 de mayo, 2014

No cabe duda que la infancia fue una época maravillosa para Rodolfo Emilio Morales. Estuvo llena de muchas alegrías, de muy gratos momentos y de aventuras que a pesar de los años recuerda con mucho agrado.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio narra:

“Fue una época muy bonita donde íbamos a bañarnos al río Reventado, íbamos a montar caballos ajenos, a robar frutas a los potreros, nos guindábamos del tren, les hacíamos señas a los brequeros para que nos tiraran pedazos de caña. Los trenes atropellaban a las vacas, luego el dueño autorizaba para que las destazaran y todos salían con la olla llena de carne. Las vacas andaban atravesadas, las agarraba el tren y las desbarataba todas, ¡pobrecitas!”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

Aunque su infancia fue muy bonita, Rodolfo Emilio reconoce que fue la época donde cometió más travesuras, razón por la que recibió mucho castigo físico de parte de su madre.

Rodolfo Emilio Morales comenta: 

Mi mamá era bravísima, me daba mucho cuero cuando era carajillo. Era una época muy bonita, pero mi mamá me vergueaba mucho porque yo era muy travieso.”

                        Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014


Adolescencia


Su adolescencia la vivió en Cinco Esquinas de Tibás. Al igual que en su niñez, disfrutaba plenamente de juegos y aventuras con sus amigos.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio narra: 

“Anduve en bicicleta como loco, íbamos a hacer un “seguido” al Virilla. Un “seguido” eran varios carajillos que tenían que repetir lo que hacía el líder. Con una turba nos íbamos caminando por toda la línea del tren, para ir a nadar al Virilla.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

Viviendo en Tibás, cerca de los años sesenta, integró varios equipos infantiles y juveniles de fútbol, además de representar al colegio en las selecciones deportivas.

Al respecto, Rodolfo Emilio comenta:

“En Tibás fueron mis mayores logros en el futbol. Integré equipos de renombre en ese tiempo, como los Halcones Negros, Los Leones, El independiente de Cinco Esquinas, La Selección de fútbol y La Selección de voleibol del colegio Mauro Fernández.” 

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

Rodolfo Emilio afirma que la mayor parte de su adolescencia estuvo llena de futbol, que se destacaba por ser un buen jugador. Es por esta razón que en el año 1965 le solicitaron jugar un campeonato de fútbol con personas adultas.

Haciendo referencia a esto, Rodolfo Emilio comenta:

“Mi hermano Beto, que ya falleció, trabajaba en la zapatería Lux y ellos participaban en campeonatos de industrias. Como yo era muy bueno, mi hermano me metía como forro en los partidos de fútbol de adultos siendo yo un carajillo.”

Entrevista, Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

El jugar contra personas adultas tenía sus desventajas para Rodolfo, que por supuesto se llevaba grandes golpes enfrentándose ante personas mucho mayores que él.

Con gran jocosidad Rodolfo Emilio expresa: 

“Cuando mi hermano Beto me metía como forro en los campeonatos de fútbol de adultos, ¡yo me llevaba unos golpes!, porque ellos eran muy grandotes y yo era como un alfeñique. Posteriormente fue que eché este cuerpazo ¡ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

Otra prueba de que Rodolfo Emilio era muy bueno en el deporte del futbol, es que sus amigos le tenían un apodo relacionado justamente con el futbol.

Al respecto Rodolfo Emilio comenta:

“En Cartago yo llegué a jugar descalzo, con una bola #5 y pateaba durísimo. Por mucho tiempo jugué descalzo y aun así era goleador. A mí me pusieron de apodo “Pelé” cuando jugaba fútbol en Tibás porque metía tres goles por partido.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

En sus tiempos de adolescente, en el año 1965, Rodolfo Emilio mostraba su gusto por la música y su deseo por aprender a tocar guitarra. Debido a esto, después de egresar del colegio en el año 1966 empezó a asistir constantemente al bar y restaurante La Esmeralda, el cual estaba ubicado anteriormente sobre la avenida Segunda. Acompañado de una guitarra prestada por su amigo Marcos Monge, Rodolfo Emilio disfrutaba lo que se vivía en ese lugar donde nacieron muchos tríos y mariachis.

Respecto a esto su amigo Marcos Monge  Herrera menciona:

“Nos conocimos aproximadamente en el año 1965 o 1966, cuando estábamos en el colegio, nos reuníamos a tocar y practicar guitarra. Él era muy fiebre de andar con tríos y no tenía con qué practicar, por eso le presté la guitarra.”

Entrevista, señor Marcos Monge Herrera
25 de mayo, 2014

Uno de los detalles que crea más nostalgia para Rodolfo Emilio es recordar a finales de los años sesenta, posterior a la muerte de su padre, sus hermanas le daban dinero para que todos los domingos asistiera al cine o al teatro a ver sus películas preferidas.

Respecto a esto Rodolfo Emilio comenta:

“Todos los domingos era cine, a las dos de la tarde. Estaba el Cinema Tico donde me tiré todas las películas de Dean Martin y Jerry Lewis y en el Teatro Flora eran Los Chiflados para arriba y para abajo.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

 

Escolaridad


El señor Rodolfo Emilio Morales en su época escolar (entre los años 1956 y 1961), se mudó de casa varias veces, razón por la que tuvo que pasar por tres escuelas. Inició sus estudios en el año 1956 en la escuela primaria Jesús Jiménez Zamora en Cartago. Teniendo diez años, en el año 1959, se mudaron a San José y continuó sus estudios en la escuela Esmeralda Oreamuno de Jiménez, en Cinco Esquinas de Tibás y posteriormente, en el año 1960, estuvo en la escuela República de Chile, en Barrio Luján, siendo ésta la última escuela en la que estuvo Rodolfo y donde concluyó sus estudios primarios.

Aunque Rodolfo Emilio a veces era un poco travieso, recuerda que su madre era muy estricta, por lo que él reflejaba una conducta intachable, que lo hacía más vulnerable al hostigamiento por parte de sus compañeros. Mucho tiempo de acoso tuvo su consecuencia una mañana en el año 1958, cuando Rodolfo Emilio reaccionó de manera agresiva en contra de un compañero.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio narra:

“En Cartago tenía un compañero de apellido Fonseca, David Fonseca, que era el matón de la clase, me tenía de pochimbol y un día le clavé la punta del lápiz en la mano y nunca más volvió a joder. Me venía gorreando y tuve que recurrir a la violencia, entonces la maestra me pegó una gran regañada.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2013

Entre sus vivencias en la etapa escolar, recuerda que le gustaba participar de distintos grupos, por ejemplo, perteneció a un grupo que velaba por la seguridad de sus compañeros.

Al Rodolfo Emilio respecto comenta:

“En la escuela República de Chile pertenecí a la patrulla de seguridad, usaba una gorrilla blanca con logo verde. Mi mamá me mandaba bien engomadito, la camisa y la gorrilla.”
 
Entrevista, Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2013

La secundaria la cursó en el Liceo Mauro Fernández en Tibás, donde obtuvo su título de bachillerato en el año 1966. Tras enfermar su padre; sus hermanas Teresa y Nibia adoptaron la responsabilidad de velar por su familia y que  no les faltara nada.

Al respecto el señor Rodolfo Emilio narra:

“Mi hermana Teresa era la que me compraba los útiles, los zapatos, las camisas, el pantalón y todo lo que yo ocupaba cuando estudiaba. Mi hermana Nibia trabajaba en Cartago, entonces llegaba todos los domingos y me daba plata para ir al cine.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre 2013

Don Rodolfo Emilio realizó la prueba de aptitud para ingresar a la Universidad de Costa Rica, la cual aprobó satisfactoriamente. Luego de concluir la secundaria, Rodolfo Emilio tenía la ilusión de ingresar a la universidad, ilusión que se disolvió después de ver la realidad que enfrentaban los estudiantes de nuevo ingreso. En aquellos tiempos los estudiantes viejos de la universidad tenían como tradición perseguir a los estudiantes nuevos para cortarles el pelo. Rodolfo Emilio asistió el primer día de clases, al percatarse de que lo perseguían para cortarle el pelo, salió huyendo y no volvió.
 
Al respecto Rodolfo Emilio Morales narra:

“Yo no fui a la universidad porque los estudiantes viejos agarraban a los mostacillas y les cortaban el pelo a rape. Los perseguían por toda la universidad para hacerles maldades. El primer día de clases yo fui y me corretearon para cortarme el pelo. A un maje una vez hasta le punzaron los ojos con una tijera. A mí me corretearon y no volví”

Entrevista, Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2014

Respecto a esto, Gerardo Acuña Núñez "Don Gera" realizó una recopilación de historias llamada Nicoya… la vetusta Nicoya… en la página virtual llamada patrimonio. Acuña (2007) indica:
 
El susto y la vacilada del primer día de clases; lo agarraban a la fuerza y lo pelaban de coco, "a rape", costumbre que se usaba también en estudiantes de primer ingreso a la Universidad de Costa Rica, por cierto se dejó de aplicar cuando le sacaron con la punta de la tijera un ojo a un estudiante. Si uno jugaba de vivillo y llegaba pelado de coco, lo llenaban de betún o pintura, no se salvaba.


Oficios


Como muchos adolescentes de su época, después de los 15 años, Rodolfo Emilio se dedicaba a trabajar en temporada de vacaciones. Trabajo que compartía con algunos de sus hermanos, realizando manualidades en mimbre aprendidas anteriormente por su padre.

De lo anterior, Rodolfo Emilio describe:

“Primeramente, en vacaciones me iba a trabajar con mis hermanos, al frente del antiguo teatro Arlequín, en el taller de artesanías en mimbre del señor Oscar Portillo, ciudadano salvadoreño, donde pintaba cochecitos de mimbre”.

Entrevista, Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2013

Trabajó en dos librerías, inicialmente en la librería Universal en el año 1968 y posteriormente en la librería Bautista en el año 1969. Aún recuerda a la jefa de la librería Universal, de la cual no tiene recuerdos muy gratos.

Al respecto Rodolfo Emilia comenta:

“Trabajé de vendedor de mostrador en la librería Universal, de ingratos recuerdos para mí. Había un sistema de espionaje, la señora tenía a unos esbirros ahí y lo andaban vigilando a uno y uno se sentía como en la cárcel. Eso sí fue una época fea, era un sistema policiaco imperante. Luego pasé a la librería Bautista, de Víctor Quesada Miranda.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2013

A partir del año 1971 y durante once años, Rodolfo Emilio Morales trabajó para la Caja Costarricense de Seguro Social, en la bodega de la farmacia de la clínica Carlos Durán, lugar donde nacieron muchas de sus grandes obras.

Con relación a esto, Rodolfo Emilio comenta: 

“Ingresé a la Caja Costarricense del Seguro Social, donde trabajé como bodeguero en la clínica Carlos Durán, aproximadamente durante once años. Ahí compuse muchas de mis canciones.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz.
12 de diciembre, 2013

Después de haber trabajado como vendedor y como bodeguero, después de los años ochenta, el señor Rodolfo Emilio trabajó en varias empresas dedicadas a la publicidad, donde destacó otras de las habilidades que le gustan.

Su primer trabajo como creativo publicitario fue en la agencia llamada “Comunicación Internacional” en Zapote, propiedad de Tony Villeda. Posteriormente trabajó en la agencia “Publimark”, en Sabana Sur, con Nelson Barraza. Más adelante, trabajó en una agencia llamada “Leo Burnet”, en San Pedro de Montes de Oca, propiedad de unos colombianos. Fue trabajando como fotógrafo en esta empresa que tuvo la oportunidad de conocer diferentes ciudades de Colombia, entre ellas Santa Fe, Medellín y Bogotá. Posteriormente trabajó en la empresa KIO Publicidad, cuyo  nombre se debe a las iniciales de sus dueños Katia, Ingrid y Oscar.

Al respecto Rodolfo Emilio comenta:

“Mi profesión es creativo publicitario. En ese trabajo de creatividad a uno lo ponen a hacer una campaña publicitara, o sea, hay que hacer radio, prensa, televisión, dibujos, afiches, vallas, jingles, se tiene que aprender a lidiar con todo eso. Ahí fue donde desarrollé mis facultades de redacción, ortografía, corrección de estilo, dibujo, hacer jingles con letra y música”.

Entrevista, Rodolfo Emilio Morales.
12 de diciembre, 2013

Su último trabajo como creativo publicitario lo hizo como “Freelance”, es decir, publicista independiente haciendo fotografía, rótulos, maquetas, banners, entre otras cosas. Trabajó en el periódico Al Día haciendo el espacio llamado La Zompopa, el cual se creó como una manera gráfica de representar el espacio llamado La Patada dirigido por Parmenio Medina. Esta es la época más relevante para el señor Rodolfo Emilio Morales, siendo también la más productiva.

Durante su trabajo en la sección La Zompopa del periódico Al Día, trabajó con el señor Allan Núñez, alias NANO, quien realizaba los dibujos, encargándose Rodolfo Emilio de la parte escrita, firmando con el alias REMO.

Respecto a esto, el señor Allan Núñez Solórzano comenta:

“Se iba llamar La Patada escrita, pero al final Parmenio con tanta ocupación, con tanta cosa, un día de tantos nos dijo que no, que él no podía colaborar, que nos quedáramos nosotros con eso y de ahí empezamos nosotros como creativos y dibujantes, pero yo tenía más la parte de dibujo y él tenía más la parte de texto.” 

Entrevista, señor Allan Núñez Solórzano.
30 de mayo, 2014

Otro de sus trabajos como humorista lo destacó en una revista llamada De oreja a oreja, donde mostraba todo tipo de humor escrito. Aunque don Rodolfo se preocupaba mucho por guardar cada una de las revistas en las que participaba, muchos de sus trabajos se fueron extraviando poco a poco con el tiempo: 

Al respecto expresa: 

“Yo escribí para una revista humorística que se llamaba De oreja a oreja. Pedí todas las revistas y todas se me perdieron,  esto es poquititillo y de la zompopa ni uno me quedó.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales.
12 de diciembre, 2013


Familia     


El señor Rodolfo Emilio Morales contrajo matrimonio con la señora María Elena Reyes Chavarría, el 30 de abril del año 1971 y se divorció el 23 de junio de 1999. A raíz de ese matrimonio nacieron sus tres hijas, las cuales heredaron alguno de los dones de su padre. Situación que lo llena de mucha alegría y orgullo.

Con relación a sus hijas, Rodolfo Emilio cuenta:

“Los tres dones míos, el dibujo y la pintura, la creación literaria y la solidaridad con el ser humano, con los dolores de la gente, salió repartido entre mis hijas”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2013

Acerca de su hija menor, don Rodolfo narra:

“La más pequeñita se llama Dania Irina, ella sacó la pluma del tata, esa güila escribía hasta novelitas de misterio cuando estaba carajilla, cuentos de misterios, policiaca, ella maneja muy bien la pluma”. 

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2014

Respecto a su segunda hija, Rodolfo Emilio cuenta: 

“La del medio sacó el dibujo y la pintura pero una cosa pavorosa, me superó como diez veces, ella se llama Ileana Sarita. Actualmente se dedica a pintar de manera profesional”.

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2014

Con relación a su hija mayor, Rodolfo describe:

“La mayor se llama Silvia Elena. Como su nombre lo indica, Silvia significa del bosque. A ella le encanta lo que es la naturaleza, los animalitos. Preocupada por el dolor humano, se hizo enfermera y ahora es asistente de cirugía en el Hospital Calderón Guardia”.

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz.
12 de diciembre, 2014

El señor Rodolfo Emilio tiene además tres nietos, quienes también han heredado sus talentos. Sus nombres son: Ivana, Johanna y Daniel.

Al respecto Rodolfo Emilio narra muy orgulloso:

“Mis tres nietos también heredaron parte de mis talentos. La mayor es bióloga marina, le encanta la fotografía y al igual que cuando yo era carajillo, sueña con ser fotógrafa de National Geographic. Mi nieto Daniel tiene diez años, le encanta el dibujo y quiere ser fotógrafo. La otra nietita  aunque aún tiene diez años, le encanta hacer esculturas en papel maché y en barro y le gusta todo lo que es historia de extraterrestres y fantasmas civilizaciones perdidas documentales.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales
12 de diciembre, 2014

Actualmente convive con la señora Julieta Montes de Oca Rodríguez, a quien conoció aproximadamente en el 2007. La antigua lechería en Coronado fue el lugar en el que se vieron por primera vez, durante una presentación con el grupo Los Trovadores.

Al respecto doña Julieta Montes de Oca comenta:

“Cuando llegamos, estaba tocando un grupito que se llamaba Los Trovadores que era de gente adulta. Rodolfo andaba caminando por ahí, desde ese momento a mí me llamó la atención. Al rato él se arrimó a donde yo estaba y me puso un papelito que decía el nombre y el teléfono y me dijo: llámeme. Yo trabajaba en una empresa y necesitábamos un conjunto que amenizara unos grupos de turistas una vez por semana, era la oportunidad para llamarlo, desde ese día nunca más nos dejamos de hablar ni de comunicar y a los poquitos meses ya estaba viviendo con él.”

Entrevista, señora Julieta Montes de Oca Rodríguez
04 de mayo, 2014

Aunque inicialmente la relación fue un poco complicada debido a los hábitos que cada uno manejaba, doña Julieta asegura que han logrado salir adelante como pareja gracias a que se aferran a las ganas que tienen de estar juntos.

Al respecto doña Julieta Montes de Oca narra:

“Cuando dos personas de sesenta años o de cincuenta y pico de años tratan de adaptarse y acomodarse cuesta mucho, porque ya cada uno tiene sus costumbres y su manera de matar las pulgas. Entonces nos ha costado en un principio, pero siempre hubo buena voluntad y siempre hubo deseos de que cada vez nos adaptáramos mejor.”

Entrevista, señora Julieta Montes de Oca Rodríguez
04 de mayo, 2014


Artes literarias y visuales


El señor Rodolfo Emilio durante su adolescencia, después de sus trece años empezó a desarrollar su gran talento para la poesía, lo que le hizo ganar el primer lugar en un concurso de poesía realizado en el Liceo Mauro Fernández. Poesías que les dedicaba a sus enamoradas del colegio para conquistarlas.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio comenta:
 
“Gané un certamen, fue mi primer premio en poesía, lo adquirí en el liceo Mauro Fernández, me dieron un libro. Me fueron a avisar a la casa que fuera al colegio, que había ganado el primer premio en poesía. Yo les escribía poemas a las compañeras en los diarios o  álbumes. De vez en cuando nos encontramos en reuniones y mis compañeras me han contado que todavía tienen los poemas míos de la época de colegio.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2013

El hacer poemas para enamorar a sus compañeras, no fue solo en la época de colegio, ya que en el año 2010 le dedicó un poema de su autoría a la señora Julieta Montes de Oca.

Respecto a esto, la señora Julieta Montes de Oca comenta:

“Él tiene un poema que me lo hizo a mí que se llama Extiende a mí tu mano amada mía, ese poema él lo uso en una serenata que le dio a un matrimonio el día que se casaron entonces cantó varias de sus piezas y les declamó el poema. Fue algo tan lindo, tan especial que hasta los chiquitos le ponían atención, todos sentaditos oyendo, ninguno correteó, ninguno habló, ninguno nada.”

Entrevista, señora Julieta Montes de Oca Rodríguez.
 04 de mayo, 2014

Rodolfo Emilio asegura que nunca ha vivido de elaborar poemas, pero sí le gustaría que muchos de ellos se den a conocer. Al momento, cuenta con más treinta poemas inéditos.

Otra de sus facetas en el arte es el dibujo y la pintura, que los desarrolla de manera empírica desde muy niño (aproximadamente a los 11 años) y hasta la actualidad.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio comenta:

“Yo soy dibujante natural sin haber recibido ningún estudio, en la época de colegio la profesora me ponía: “eres un gran dibujante”, Mercedes Cambronero se llamaba la profesora de dibujo del Mauro. Yo seguí dibujando y vendí mis cuadritos. En las tablitas de madera de teca que son aisladores, yo compraba los aisladores redondos y hacía un paisaje rural costarricense y los compañeros me lo compraban para mandar a Estados Unidos. Le saqué mucha plata al pirograbado cuando trabajé en la Carlos Durán. Hice pintura pequeña con instrumentos musicales con témpera y pintura de aceite, técnica chorreada.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2014

En el área de la pintura también obtuvo un premio, en un concurso realizado para los empleados de la Caja Costarricense del Seguro Social, aproximadamente en el año 1975.

Respecto a esto, Rodolfo Emilio narra:

“Obtuve otro premio en pintura en la Caja del Seguro Social, de una exposición que hizo oficinas centrales de la Caja, de pintura de empleados. Gané también el primer lugar, me dieron un cuadro con las obras de Picasso. Eso se desapareció, nunca más lo volví a ver.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
12 de diciembre, 2014

Como otra área de las artes visuales, el señor Rodolfo Emilio Morales se destacó por la escultura, trabajando en Figueroa Producciones, a mediados de los años ochenta, tuvo la responsabilidad de elaborar mascotas de personajes diferentes. Además hizo otro tipo de mascotas de otras marcas.  

Al respecto, el señor Rodolfo Emilio cuenta:

“En mi  poca de escultura, cuando más aprovech  el asunto, fue cuando trabajaba para la empresa Figueroa Producciones que tenía un programa que se llamaba el Club de amigos de Tricolín. Elaboré para la agencia de publicidad Publicentro todos los personajes de Pizza Hut en formato grande, también elaboré la mascota de Casa Ferreterías, que era un carpintero muy simpático, que tenía su martillo y tenía un metro. Hice una ardilla para un refresco para niños. En un bloque de espuma de uretano de alta densidad yo esculpía la cabeza del personaje, a algunos de esos personajes les incorporé un ventilador interno. No recuerdo cuál más, pero hice como ocho mascotas.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz.
12 de diciembre, 2014


Actualidad


En la actualidad el señor Rodolfo Emilio Morales pertenece a un grupo musical llamado Bambú, en el que participa también doña Julieta Montes de Oca.

Respecto a esto, el señor Rodolfo Emilio cuenta:

“A ella le gusta mucho la música, compartimos juntos las vivencias con el grupo bambú, ella toca todo lo que es percusión menor, melódicamente tiende a desafinar pero tiene buena medida. La relación se extiende tanto a nivel del hogar como el campo musical con el grupo bambú.”

Entrevista, señor Rodolfo Emilio Morales Sáenz
14 de mayo, 2014

Además del grupo Bambú, el señor Rodolfo Emilio sigue cantando en actividades públicas y privadas, como solista o con grupos que lo invitan. En sus ratos libres le gusta pintar, rescatando también que tiene grandes proyectos a corto y mediano plazo con relación al diseño y a la música. 

Otra de las actividades a las que se dedica es a hacer masajes terapéuticos, actividad que muchas veces realiza de manera gratuita, ya que aduce que es un don que Dios le dio para hacer buenas obras.

Respecto a esto, su amigo Allan Núñez Solórzano narra:

“Él me decía  vamos a hacer una obra bien bonita, cuando usted encuentre a alguien que este mal, usted me llama, diay nada pierde. Entonces, este loco, estuviera donde estuviera, yo le decía: “mirá, tengo una vecina que tiene una pata chueca” y el hombre se venía y le hacía el montón de matariles esos que hace y resultó que él me decía que no podía cobrar porque se le iba el don.”

Entrevista, señor Allan Núñez Solórzano
30 de mayo, 2014